En
honor al nombre del blog y al buen gusto cinematográfico de los estudiantes de
ingeniería de telecomunicaciones la entrada de hoy está tanto relacionada con
Star Wars como con la física.
En
cuanto a la BSO de Star Wars podemos encontrar información en variedad de
páginas de internet, por nombrar una gran conocida, Wikipedia: “Las películas de Star Wars contienen un conjunto de temas
musicales profundos, leitmotivs ( ‘tema musical recurrente en una composición’ y, por
extensión, ‘motivo central recurrente de una obra literaria o cinematográfica’) orquestados y un toque de calidad consistente que
difícilmente pueden hallarse en conjunto en otras series cinematográficas en
toda la historia de Hollywood. De hecho, las distintas bandas sonoras de cada
filme…”. Esto no nos interesa… hay
que ir más allá.
En
el blog de esta semana vamos a descubrir una forma distinta de ver las bandas
sonoras que ya se comentó en clase y en la cual quiero profundizar un poco más
para entender el funcionamiento. Esta forma de hacer “música” es a través de las bobinas de Tesla.
Las
bobinas de Tesla son transformadores de resonancia: dos circuitos eléctricos
que entran en resonancia a una determinada frecuencia y crean descargas
eléctricas que producen arcos de varios metros. Su inventor fue Nikola Tesla, del que recibe el nombre. Tesla
quería conseguir transmitir energía eléctrica sin cables y un grupo de gente llamados
Arc Attack utiliza el invento para hacer canciones como la del video. El funcionamiento es el siguiente:
“La corriente que llega al circuito primario oscila y “se
acopla” con la del secundario, provocando una transferencia de carga. Cuando la
carga del secundario llega a un límite que depende de muchos factores
(geometría, humedad relativa del aire, proximidad de objetos metálicos), el
aire, que es aislante, alcanza su capacidad máxima de aislamiento, deja de
aislar y comienza a conducir la electricidad (ruptura del dieléctrico).
Resultado: se produce una descarga en corona del secundario.
O sea, que tenemos un rayo. Este rayo puede ser modulado mediante una corriente de modo que tenga una frecuencia audible. Y esto es lo que hemos visto: La carga y la descarga se hace en ciclos de frecuencia audible, por lo que al oír 440 descargas por segundo nos parece en realidad estar oyendo un “La” de 440 Hz. La propia electricidad va a 41.000 Hz, es el ritmo de encendido y el apagado el que nos permite oír la música”.
O sea, que tenemos un rayo. Este rayo puede ser modulado mediante una corriente de modo que tenga una frecuencia audible. Y esto es lo que hemos visto: La carga y la descarga se hace en ciclos de frecuencia audible, por lo que al oír 440 descargas por segundo nos parece en realidad estar oyendo un “La” de 440 Hz. La propia electricidad va a 41.000 Hz, es el ritmo de encendido y el apagado el que nos permite oír la música”.
Como ejemplo práctico podemos
observar un vídeo donde un joven alemán desarrolla una bobina de Tesla y
explica el funcionamiento y material necesario. La duración del vídeo es de 10 minutos y está
en inglés, pero igualmente es muy interesante:
El resultado
para la banda sonora de esta semana es el siguiente:
Entrada semanal
No hay comentarios:
Publicar un comentario